En todo hombre dormita un pequeño héroe, y cuando el héroe despierta hay un poco más de bien en el mundo. De un momento a otro, todos hemos amanecido eremitas, pero de esta forma hemos sido despertados. Ante la adversidad estamos aprendiendo a ser hombres y, si miramos los mismos espejos de anteayer, vemos a un desconocido que sigue durmiendo. Despierta en nosotros el pequeño héroe que llevamos dentro.
Confinados en nuestras casas, asistimos incrédulos a la impotencia de una sociedad desarrollada para afrontar los cambios y defender a sus ciudadanos, acostumbrados a que todo tiene cura. Hasta ayer nos creíamos invulnerables y ahora tenemos que gestionar la incertidumbre. Un mundo conectado como nunca, súbitamente apagado, la vida congelada como si estuviésemos en una película de ciencia ficción.
Algunos se largaron a la playa aprovechando las restricciones laborales y las ventajas del teletrabajo. Otros, como David Lozano, se preocuparon por la población más expuesta a los efectos de la pandemia. Este joven estudiante de ciencias políticas ha dado la respuesta a esta crisis: la solución está en el barrio.
David gestiona el GAM (Grupos de Ayuda Mútua) de Cuatro Caminos, redes vecinales que se extienden por toda la ciudad para facilitar ayuda a los más vulnerables ante la crisis del COVID-19. Pensó, a la vez que surgían iniciativas similares, en la creación de una plataforma en línea, a través de WhatsApp, para intentar «hacer barrio y colaborar entre vecinos». Esta, formada por más de 50 participante y «en crecimiento», se centra principalmente en ofrecer información verificada y ayuda de todo tipo, sobre todo, a personas mayores. Todo lo que pasa en el vecindario, ellos lo saben.
Para el vecino de Concepción Arenal, Cuatro Caminos es un ejemplo de comportamiento. «Mi ventana mira al puerto y a la calle. Siempre veo todo vacío. Hay un respeto máximo por las normas», sostiene David. Sin embargo, la buena disposición del cuatrocaminense no se queda aquí. También ha desarrollado una web (supermercados.herokuapp.com), junto a su hermano Álvaro Lozano, donde se pueden ver las actualizaciones de stock en la mayor parte de supermercados de nuestra ciudad. Nos explica que «con este sencillo gesto, podemos evitar que la gente vaya a comprar algo que necesite al supermercado y no lo encuentre». Evitando así paseos innecesarios y posibles contagios.
Mucha gente tiene ganas de salir de la burbuja del individualismo, tiene ganas otra vez de compartir y ayudar. Si usted es uno de esos, no dude en ponerse en contacto con el GAM de Cuatro Caminos, pues necesitan «gente dispuesta a aportar y hacer comunidad».
Esto es, en cierta manera, la parte buena del COVID-19.
Redacción.
