Un elevado porcentaje de establecimientos no abrieron sus puertas. Cuatro Caminos registró poco movimiento de hostelería y restauración en el día que los negocios de este sector ya podían poner en marcha su actividad.
La esperada fase 1 de la desescalada empezó ayer en Cuatro Caminos de la misma manera con la que terminó la fase cero, con incertidumbre. En un guión enrevesado, hemos estrenado la nueva fase con dudas, aglomeraciones en las terrazas y un saludo profiláctico: tenga cuidado.
Un sol cegador fue el paisaje más reconocible en las calles de Coruña que intentaron volver a la normalidad, sumidas en la confusión, pero sin lograr todavía parecerse a la vida antes del covid-19. Coruña cuenta con 3 bares por cada mil habitates, pero la sorpresa saltó a primera hora de ayer, al comprobar que la mayoría de ellos estaban cerrados. Sin embargo, también fueron muchas las llamadas a la responsabilidad individual en aras de la salud pública y ante el riesgo de repunte.
El paisaje urbano todavía no late al ritmo normal. El sol no fue capaz de esclarecer el estreno de los bares. Muchos negocios siguen si poder abrir la persiana porque no es rentable, si bien el Concello ha flexibilizado criterios y permite ampliar los metros de terraza en función del espacio disponible en la calle. Los dueños de estos negocios no quieren correr el menor de los riesgos. No solo no pueden pagar los salarios, es que no cubren los gastos de apertura, del abastecimientos de productos, el agua o la luz.
En fin, un golpe a la zona de flotación de la desescalada. Pero un golpe más duro a la economía del barrio y de la ciudad.
Redacción.
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