[COVID-19]: ¿Ha llegado el negacionismo pandémico a Coruña?

Casi 3.000 ciudadanos críticos con el uso obligatorio de las mascarillas se han congregado en la tarde de ayer en la Plaza de Colón (Madrid) al entender que es una medida»ridícula» y un «recorte de libertades». Tres días antes, Coruña amanecía repleta de carteles anti mascarilla.


El pasado domingo, miles de manifestantes se convertían en protagonistas de una desafortunada convocatoria donde se negaba la pandemia porque «los hospitales están vacíos». Apoyados por Miguel Bosé, danzaron en corro, dándose las manos y sin mascarilla, manifestando que “nos están engañando, ya que nos quieren controlar con chips”. Recientemente, ha sido suspendido por las autoridades el partido proyectado por un joven en Mendillorri entre infectados y no infectados por el virus. La marea negacionista incluso ha llegado hasta a nuestras playas atlánticas

No podemos olvidar la afirmación sartriana de que “mi libertad termina donde empieza la de los demás”. Cuánto más en los temas relacionados con la salud en los que tenemos que mantener la necesaria responsabilidad y solidaridad. La prestigiosa periodista Rocío Vidal fue insultada en la manifestación del pasado 11 de julio en Madrid en la que la conocida fotógrafa Ouka Leele declaró que “el amor es la mejor mascarilla” y que “ninguna ley puede estar por encima de la ley natural”. Precisamente, en esta misma fecha falleció un conductor en Bayona al ser agredido por unos pasajeros que se negaron a ponerse la mascarilla en el autobús. Ante estas manifestaciones, cabe que nos preguntemos por sus causas más profundas.

Según prestigiosos especialistas, el miedo y la incertidumbre que condicionan esta pandemia constituyen un campo abonado para propalar infundios. Bulos como que «el uso continuado de mascarillas según múltiples estudios científicos, expertos virólogos y epidemiólogos, debilita el sistema inmunológico, es una fuente de bacterias, virus y un foco de infecciones que no protege ante contagios», recogido por el texto del cartel que apareció en varias localizaciones de la ciudad. Así mismo, el texto citaba a Ghandi y a Thoreau, dos conocidos e importantes epidemólogos -como todos bien sabemos-.