[4C]: La hostelería, en el epicentro de la pandemia

Buena parte de las relaciones sociales en nuestra cultura se basan en el ocio en bares y restaurantes, ahora atenazado por el toque de queda. ¿Cuál es la solución?


La escena se repite como un ritual todos los viernes y sábados hacia las seis de la tarde. Un grupo de amigos cualquiera, independientemente de su edad media, queda para tomar algo por su zona favorita de la ciudad. Todos con mascarilla, evitando el contacto físico y cumpliendo las distancias mínimas de seguridad.

La buena disposición a respetar las limitaciones impuestas por la pandemia, sin embargo, empiezan a flojear después de un par de cervezas o vinos, cuando la afluencia en la calle estrecha las distancias y las mascarillas dejan de cubrir la nariz o pasan a «proteger» la barbilla del frio. Sin embargo, cerrar la hostelería solo desplazaría las reuniones sociales a los domicilios, que son entornos mucho más propicios al contagio.

Las autoridades sanitarias que decretaron desde hace dos días el toque de queda, tienen muy presente que los reencuentros entre no convivientes tras muchas semanas sin contacto favorece a que las personas se salten las normas. Nadie puede mantener la guardia indefinidamente, algunos hosteleros alegan que son más los contagios en el ámbito familiar que en sus propios locales.

Las fiestas privadas, un grave problema para el control del virus.

Los brotes entre universitarios, por ejemplo, dispararon la tasa en ciudades como Santiago de Compostela o Salamanca. Las autoridades sanitarias ven peligro en las concentraciones de alumnos, los cuales ven como sus buenos años de vida universitaria están siendo lastrados por las restricciones.

Ya son varias las universidades españolas que han decidido trasladar sus clases a las «aulas online» y abandonar las clases presenciales. Existen también, aquellas que ya no permiten fumar a sus alumnos o personal en cualquier zona del recinto universitario. Sin embargo, estas medidas no sirven si los alumnos no mantienen responsabilidad individual una vez que abandonan sus clases.

Redacción.