Diecisiete años después de firmarse el Convenio para la Promoción de la Música, la Xunta debe aportar más de 5 millones de euros que dejó de abonar los últimos once años del convenio. Tanto la Orquesta Sinfónica de Galicia como la Escuela Municipal de Música «se ven agredidas» por el sistemático incumplimiento de lo pactado.

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El Convenio para la Promoción de la Música fue una solución práctica para poner fin a las tensiones permanentes entre la gran potencia musical clásica coruñesa y la Administración. Si la batuta y el piano eran entonces las bases de la música coruñesa, solo había que crear una fórmula razonable y lógica de compartir y apoyar estos recursos. El proyecto comenzó a andar correctamente, -el bipartito siempre fue más sensible a la cultura- pero de aquel «buen proyecto» se pasó a un pequeño embrión balbuceante que aporta mucho menos dinero, 300.000 euros de déficit este año.

Tanto es así que la Orquesta Sinfónica de Galicia tuvo que renunciar hace un año a uno de sus programas estrella, las becas de excelencia. Solo el alquiler del Palacio de la Ópera conlleva un coste de un millón de euros. En octubre de 2019, la ex-concejala de Ciudadanos, Mónica Martinez, consiguió promover una moción -apoyada por todos los partidos- que instaba a la Xunta a pagar la deuda de 5,1 millones de euros.

Vacío político

El revés de la moneda de este paisaje de cuerda, percusión y viento -el más importante de Galicia- es que no solo el retraso en el cumplimiento de las promesas de la Xunta es un agravio para la entidad, sino que se ha creado un vacío político grande en la propia Xunta. El conselleiro de Cultura defiende que no se ha de pagar nada de la supuesta deuda. Por otro lado, los acuerdos entre Xunta y Concello brillan por su ausencia.

Redacción.

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