
«O Forno de Riazor» cuenta desde hace unos días con un nuevo himno que «resume el cariño y la ilusión de la familia naranja» por el Básquet Coruña. Forza e Coraxe, está destinada a convertirse en el canto de referencia naranja. Detrás de su letra se encuentra una divertida historia, te la contamos.
Dentro de unos años, diremos que Alberto Méndez la popularizó en el 2021. El directivo del Básquet Coruña ha asumido con gran naturalidad su faceta de compositor, a través de sus redes sociales ha compartido el curioso proceso de composición. Su sentido del humor está reñido con la solemnidad, pues lo suyo ha sido un acto de amor hacia un equipo que es suyo, nuestro.
Entre los efectos benéficos que puede producir una canción está la pasión, que, ojo, no es tan fácil de lograr. «Todo empezó buscando una melodía musical y reencontrándome la canción Licor do Negro Café, compuesta por Ico Rafael. Se me metió en la cabeza y no paraba de canturrearla», cuenta Alberto Méndez en sus redes sociales. La música, pues, sobrevive entre el optimismo de los que no dudan en su utilidad para, en este caso, martillear la conciencia de los jugadores y, desde luego, enmendar partidos con el calor de todo un estadio.
«Ya en unas pocas horas tenía el borrador de la letra. De los seis compañeros, cinco me ignoraron al principio. No me rindo y doy un pasito más. El novio de mi hija mayor toca la guitarra y compone. Cada vez que mejoré la canción, gané adeptos». Dice la teoría de la simbiosis que cualquier evolución pasa por la asociación íntima entre organismos diferentes en un baile de apoyo mutuo donde construir cierto desarrollo vital. Parece cosa de lógica, pero es ciencia. Al igual que en la simbiosis, componer tiene toda una ciencia detrás. «Nos vamos al partido contra Guipuzcoa, ganamos con claridad. Lo celebramos y con la euforia delante de aficionados, hacemos el pre-estreno de “Forza e Coraxe”. Aplausos. Ahora saben que la canción es imparable!, concluía el directivo del Básquet Coruña».
En definitiva, su canción es una magnífica oda a un sinfín de sentimientos naranjas, una narrativa de fuerte carga baloncestística: «equipo de meu corazón, xoia da miña fortuna», reza la letra. Que cada cual escuche la canción, a su ritmo, poca a poco, y que decida. La verdad es que según transcurren las escuchas más ganas tenemos de ir a un partido, aquí pensamos que merece la pena.
Redacción.
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