La maltrecha popularidad de la alcaldesa precipita determinadas actuaciones que buscan volver a ganar terreno electoral. En este caso, no ha dudado en usar todo su poder para revertir titulares negativos a costa de pequeños empresarios hosteleros.

Jorge Juan Echeveste

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El exceso de celo que la Policía Local de A Coruña está teniendo con los hosteleros de la Cormelana desde que El Ideal Gallego se hizo eco «de un caso puntual en el día de Reyes con mucho ambiente», ha provocado en el día de ayer una «actuación desproporcionada» con más de seis agentes involucrados, dos coches -uno de ellos un furgón- y policía con chalecos para «amedrentar a los hosteleros» y «decir quién manda». Estas han sido parte de las palabras que un trabajador de la zona ha tenido con nuestro periodista para quejarse de lo ocurrido.

Si bien justificada la queja de los vecinos del Orzán por «el exceso de alboroto» durante la noche de Reyes por la gran concentración de personas tomando copas por la zona, los hosteleros se encontraron este pasado sábado con las represalias. Todos los bares recibieron la visitas de la policía y tuvieron que justificar su aforo y enseñar las licencias. Así mismo, los pocos usuarios que ayer se encontraban por la zona, también fueron regañados por las autoridades.

El juego de la política

Un periodista debe escuchar con atención los juegos de la política, pues al final, la política es eso, un juego. Al igual que la vida, es una coyuntura de causas y efectos. Una mala decisión en cualquier momento puede debilitarte hasta el final de la partida. Es por eso que los titulares son siempre peligrosos, los malos mucho más. Mientras no hubo policía para detener el robo que uno de los establecimientos de la zona sufrió el año pasado, sí que hay unidades de sobra para regañar a los bares que no ayudan a formar el ambiente idílico que todo político local necesita para mantenerse en el poder.

Redacción.

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La viabilidad de este proyecto, en peligro