
Los vecinos del número 239 de la Ronda de Outeiro presentaron más de 50 denuncias a lo largo de un año. Los perros, famélicos, sin poder salir y haciendo sus necesidades en la casa fueron puestos en libertad hoy.
Famélicos y desnutridos hasta el punto de que se les puede contar cada hueso del cuerpo. Así salieron dos de los tres perros que permanecían «hasta 10 días sin comer» en un piso de la Ronda de Outeiro. El aviso de la coordinadora de Pacma en A Coruña, Manuela García, alertó a su propietario que, tras la amenaza, se llevó a dos de los tres perros abandonados a su nuevo domicilio.
Entre las 14.00 y 15.00 horas del día de ayer los vecinos quedaban aliviados después de haber estado padeciendo durante más de un año, tras la marcha de la familia del inmueble, los ladridos y malos olores que provenían del segundo piso. A pesar de que las llamadas a la Policía Local no tuvieron el efecto deseado, pues el cuerpo municipal carece de potestad para actuar, los vecinos presentaron denuncias por abandono y maltrato animal ante el Concello, la Xunta y el juzgado. Esgrimen que el ruido «llegaba hasta el sexto piso».
Los vecinos dieron a conocer la situación a través de las redes sociales y la noticia fue publicada en varios medios nacionales. A pesar de que la situación «era más que conocida», el Concello solo abrió varios expedientes a la familia dueña del piso. Solo la iniciativa privada pudo poner fin al conflicto.
Redacción.
La viabilidad de este periódico, en peligro

Haga posible que podamos seguir escribiendo
A partir de la cantidad mínima de dos euros, elija el número de veces que quiera usted donar.
2,00 €