
A pesar de la subida dramática de muchos productos, otros aún cuestan lo mismo que hace un año. Los comerciantes locales han mantenido los mismos precios en determinados productos para animar el consumo de las familias.

Consumidor y comerciante se preparan para el arranque de los días previos a las grandes cenas y comidas navideñas. Hasta que el género se despacha por completo y la persiana se cierra hasta el día siguiente, las mejores piezas pasan a manos del cliente. Pero el fantasma de la inflación ha provocado que el volumen de venta y compra esperado disminuya un 10%. Quienes mejor pueden dar cuenta del bajón generalizado son los mayoristas, para los que la campaña de Navidad está siendo bastante «floja», según el gerente de Iraf Brothers, distribuidora de carne para Kebab.
Tenderos de los barrios de Elviña, Cuatro Caminos, Santa Lucía y Os Castros, consultados por este periódico, ofrecían esta mañana productos típicos de Navidad por el mismo importe que en las mismas fechas del año pasado. Bien es cierto que marisco y cochinillo han sido los productos que más han visto su precio encarecido. Rodaballo o merluza se mantienen. El fenómeno se justifica para animar al consumo, y la pérdida del margen de beneficios les hace ser igual de competitivos que las grandes superficies.
Al igual que otros años, los placeros también avisan de la subida del marisco. A partir del comienzo de la próxima semana, los precios se dispararán. El empeoramiento de las mareas y la consecuente disminución de la oferta provocará aumentos de casi el 50%. Los pescados grandes, como rape, merluza, rodaballo o lubina también se verán afectados.
Redacción.
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