
El equipo coruñés aún tiene en juego 30 puntos y 10 intensas jornadas por delante pero los últimos resultados colocan al equipo en entredicho. Fuera de Riazor, el Deportivo solo ha ganado uno de sus últimos seis partidos y ha terminado perdiendo frente a un conjunto que encadenaba ocho jornadas sin victoria.
Antes del partido en el Reino de León, contra la Cultural Leonesa, los aficionados se reunían por cientos con la idea de que el encuentro iba a acerca la liga al equipo de Óscar Cano. El domingo, la ciudad leonesa comenzó el día con el maratón blanquiazul que recorrió las calles y que acabó con más de 3000 aficionados deportivistas desplazados al campo rival. El partido solo sirvió para que un equipo local que carecía de juego y que se situaba cercano al descenso lograse romper su racha negativa después de un gol que deja muy cuestionado al técnico Óscar Cano, que terminó recriminado por la numerosa afición deportivista.
Tarsi Aguado dio la victoria a la Cultural después de un pase de Nico Obolskii a falta de 25 minutos para el fin del encuentro. Con casi la mitad de los seguidores presentes en el estado, el equipo leonés volvió a la senda del triunfo después de 8 semanas sin acariciar la victoria. También fueron ocho las jornadas que el club gallego llevaba sin perder, pero ahora la derrota impide que el club se acerque al liderato. El encuentro entre la Cutlural y el Deportivo respondió a la eterna expectación que se levanta cada día que el club juega fuera de casa: mala gestión del partido y cambios sin sentido. El Deportivo volvió a guardar sus virtudes y convirtió su juego en una sucesión de errores.
Óscar Cano comienza a perder credibilidad, su falta de determinación a la hora de administrar los partidos y sus declaraciones poco afortunadas provocan dudas en la afición. Mala imagen y mal resultado, el virus que padece el club fuera de Riazor comienza a convertirse en un gran problema. Y parece que lo peor no es la derrota, sino su entrenador: «es un poco de hartazgo», resume el presidente de las peñas sobre las críticas al míster. Cano tuvo que escuchar desde la grada como cientos de personas pedían su dimisión, también cuando el equipo subía al autobús. Ahora todas las miradas quedan puestas en el encuentro de este domingo, el Celta B, con una racha indiscutible, será el mejor termómetro para el Dépor.
Redacción.
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