Comerciantes y vecinos de Alcalde Marchesi cargan contra la suciedad y el resultado final de la humanización de la vía. La preocupación es latente en la ciudad: en el pasado mes de enero el Consistorio recibió más de una queja al día.

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No debería de pasar en ningún sitio, pero quizás menos aun cuando se trata de una calle que se ha estrenado hace poco. Cualquiera que transite por la nueva Alcalde Marchesi podrá comprobar de primera mano que la pavimentación empleada sobre el hormigón ha sido un error, “en algunas zonas los pies se te quedan pegados en el suelo”, protesta un comerciante.  Los vecinos reclaman más limpieza y consideran que la humanización de la calle ha sido «todo lo contrario». 

Poco ha durado el entusiasmo entre los comerciantes y los vecinos. Lo que a priori se convertiría en una transformación radical de uno de los ejes comerciales más relevantes de la ciudad, ha acabado transformándose  en un arma arrojadiza entre vecinos, oposición y Concello. Las obras no han acabado de asentarse del todo, la pavimentación oscura y los materiales empleados han ayudado a crear una atmósfera de suciedad. Poco o nada queda de la idea de “calle amable” a la que se refería Santiago González, arquitecto del estudio Naos 04 y responsable, junto con Mónica Fernández, del proyecto.

“Recién inaugurado y ya parece que lleva un año sucio, este tipo de suelo es un despropóstio”, se queja Alex, viandante y vecino. A pocas semanas de las elecciones, la limpieza en la ciudad protagoniza casi cualquier encuentro en el que haya un candidato municipal. Así ocurrió hace una semana delante de la administración de loterías, donde acudió el alcaldable Miguel Lorenzo para prometer que antes de realizar obras, él escucharía las demandas de los vecinos primero. Consideró que las obras «no lucen» ni tampoco son «de utilidad».

Iván Alx.

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La viabilidad de este proyecto, en peligro