Los espacios verdes del barrio están llenos de excrementos y no solo son caninos, también hay muchos humanos. El COVID-19 sirve de excusa para los más incívicos cuatrocaminenses.
Los espacios verdes del barrio están llenos de excrementos y no solo son caninos, también hay muchos humanos. El COVID-19 sirve de excusa para los más incívicos cuatrocaminenses.